Seguridad Ciudadana: “Poner más policías en las calles no acabará con la delincuencia”

Seguridad Ciudadana: “Poner más policías en las calles no acabará con la delincuencia”

Para César Ortiz Anderson, experto en el tema, la falta de una política de Estado y la corrupción son aliados de la criminalidad en el país

La delincuencia activa es dinámica y cambia de modus operandi. Así lo señaló el especialista en seguridad ciudadana, César Ortiz Anderson, al referirse a los recientes asaltos a buses de transporte público que han dejado una víctima fatal. “Este tipo de robos viene de años atrás, solo que hay una variante: hay más armas de fuego y más delincuencia”, señaló.

De acuerdo con Ortiz Anderson el problema que enfrenta el Ejecutivo para luchar contra la delincuencia no es el tener pocos efectivos policiales en las calles, sino la falta de una política de Estado que incluya estrategias y diseños acordes con el riesgo que se vive a diario en las calles.

“Este es un tema mucho más complejo que sacar unos cuantos policías que custodian funcionarios y ponerlos en otro lado. Si mañana tengo 20 mil policías más en las calles, le garantizo que no va a cambiar mucho la situación, porque el efectivo atrapa a un delincuente o banda criminal, lo pasa al segundo eslabón que es la Fiscalía y ahí los sueltan rápidamente, y si no es el fiscal, es un juez. Entonces lo que vemos es una justicia con altos grados de corrupción que no ayuda a que la seguridad ciudadana mejore”, aseguró César Ortiz.

Además, el experto indicó que otro elemento que favorece a la criminalidad es que los peruanos no tienen una cultura de prevención, lo que facilita la labor de la delincuencia. Peor aún, algunas personas intentan proteger sus bienes, lo que compromete su integridad física.

Ortiz Anderson también sostuvo que no es suficiente “poner parches para la coyuntura” cuando los medios y ciudadanos claman por seguridad, ya que la delincuencia se ha convertido, hoy por hoy, en el principal problema del país.

“Todos los días acá hay delitos y violentos, hay heridos y muertos. Eso se tiene que combatir porque la gente está entrando en una vorágine que no tiene cuando acabar, es la principal preocupación de la ciudadanía”, aseveró.

Otro aspecto del que no se está discutiendo mucho es el equipamiento con el que cuenta la policía, ya que un buen entrenamiento no es suficiente para enfrentar a la delincuencia, sobre todo si el armamento usado por estos es de última generación, mientras que los efectivos tienen armamentos sin municiones, autos malogrados, sin GPS o internet.

“Necesitamos policías que cuenten con las herramientas apropiadas, un sistema de comunicación de última generación. Pero, si carece de todo eso ¿qué se le puede exigir? Cualquier Estado que tiene problemas en sus instituciones, que son los factores principales del enfrentamiento contra el delito, va a tener serios problemas como lo estamos teniendo nosotros”, señaló el especialista.

 

La corrupción pasa factura

Según Ortiz Anderson, desde el punto de vista sociológico, el aumento de la violencia en los robos está relacionado con la impunidad que perciben los delincuentes de parte del sistema de justicia. Esto es, que un criminal “hace una ecuación” entre las probabilidades de un arresto y la ganancia con el robo cometido.

“El hampón dice: ‘a ver, que me agarren es bien difícil y si lo hacen tengo cómo arreglar’. Ahí empieza el problema pues la delincuencia está operando prácticamente en la impunidad. Por eso, así coloques 10 mil o 40 mil patrulleros en las calles, mientras haya corrupción nada va a cambiar”, aseguró César Ortiz.

Otro factor, que el especialista señala a tomar en cuenta, son los casos de corrupción ocurridos en los últimos gobiernos que involucran hasta a expresidentes de la República, ya que la percepción de parte de los delincuentes es la existencia de una doble moral en la justicia peruana que los juzga a ellos por “pequeños robos” pero no lo hace con igual severidad a “los que roban millones”.

“Yo he trabajado en el INPE y los presos me decían ‘doctor usted vea cómo roban arriba, se llevan toda la plata y nosotros por S/. 20 mil, S/. 30 mil estamos presos’. Es decir, percibían una enorme impunidad para los llamados ladrones de cuellos blancos. Por eso, creo que el daño más grande que ha dejado Lava Jato es el trastocar los valores completamente. Nos están dejando un pueblo sumido en una delincuencia y una violencia terrible”, manifestó.

 

Factor extranjero

Para Ortiz Anderson, si bien el aumento de la violencia en los asaltos se remonta hace unos 8 años atrás aproximadamente, un factor que ha ayudado a este es la presencia de delincuentes extranjeros, en especial de venezolanos, en el país. “La mayoría de asaltos con muerte ocurridos en el último año han sido producto de la delincuencia extranjera, en especial la venezolana”, indicó.

De acuerdo con el especialista, si bien solo poco más del 1% de inmigrantes venezolanos en el Perú son delincuentes, en una ciudad como Lima que ya estaba cargada de delito, ha creado caos.

“Estábamos sufriendo con marcas, asaltos a los bancos, raqueteros, y de pronto vienen más de 10 mil delincuentes a operar en una ciudad que ya estaba con problemas de inseguridad, obviamente han creado todo un caos”, señaló.

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